El año pasado fue el segundo más caliente en la Argentina desde 1961 -después de 2023, que marcó el récord-, pero esto no significó que el calor se expresara de manera uniforme en todo el territorio y en todo el año.
Este dato convive con la primavera más cálida y con una gran cantidad de olas de calor que golpeó a todo el país, pero también con la ola de frío más extensa y una temporada de nevadas tal que superó la media de los últimos 30 años..